La insaciable ansia de poder estadounidense empujó a todos sus «aliados» de la OTAN a una guerra en Europa bajo la excusa de un genocidio de 150.000 civiles kosovares asesinados. Al final de la guerra, la organización independiente Amnistía Internacional (A.I.) denunció que solo había habido 1.500 muertes, muchas de las cuales fueron causa de juicios a terroristas separatistas similares a los que se celebran en los EE.UU. (la única diferencia está en que aquí los condenados fueron fusilados y en los EE.UU. a los condenados a muerte se les ajusticia en cámaras de gas y con sillas eléctricas).
Se inició una guerra porque se decía que Milosevic era un asesino que tenía que pagar sus crímenes en el Tribunal de la Haya, sin Sigue leyendo